Baja la informalidad en México; se sigue buscando a grandes informales

Mientras se preparan las bases de la reforma fiscal que se presentará en septiembre próximo, en el país se incrementó en 2.3 millones el número de contribuyentes del padrón del Servicio de Administración Tributaria (SAT) durante el último año, en tanto que los trabajadores informales disminuyeron en 1.8 millones.

Esta reforma va aparejada por primera vez con acciones para ordenar a los grandes evasores del sector informal de la economía. Se tratará de una serie articulada de modificaciones que además de actualizar los mecanismos para la tributación de los grandes contribuyentes del sector formal, simplificará los procesos administrativos para el pago de impuestos de la mayoría de los causantes.

De acuerdo con información del SAT, los pagadores de impuestos pasaron de 77.4 millones en 2019 a 79.7 millones en 2020.

Por otra parte, del total de la población ocupada a nivel nacional, 55.07% se encuentra dentro de la informalidad; es decir, hay 29.1 millones que no pagan impuestos.

Esta baja no significa que hayan migrado al sector formal, pues entran en juego otros factores. La pandemia pegó también en este grupo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de un millón de negocios que cerraron el año pasado por la contingencia sanitaria, más de la mitad correspondía a establecimientos informales.

El Inegi indica que los negocios informales emplean a un máximo de cinco personas, no disponen de un sistema contable y no realizan contribuciones a la seguridad social, entre otros aspectos.

Uno de los ejes de la próxima reforma fiscal que busca aumentar la recaudación en 200 mil millones de pesos el próximo año “es combatir la informalidad”.

Primero, se puso en la mira a los grandes contribuyentes, debido a que se ha detectado la evasión de pagos por hasta 700 mil millones de pesos. “Un contribuyente grande es aquel que obtuvo en el ejercicio fiscal inmediato anterior ingresos de más de mil 250 millones de pesos”.

Asegura Raquel Buenrostro, jefa del SAT, que los asalariados no tienen tema en esta reforma porque no se quieren modificar tasas; «no queremos impactar ahí pues entendemos que hay una crisis y no se afectará a la gran mayoría de la población con una carga adicional».

«Entonces nos quedamos con los grandes contribuyentes que son poquitititos y las personas físicas y morales que no son grandes contribuyentes. Las personas físicas y morales son casi 98% del padrón con ingresos menores a 10 millones de pesos al año».

Enseguida, están todos los que no pagan, y todos los que viven en una economía informal. Entonces, el reto es cómo atacar la economía informal.

Por ejemplo; si en una avenida transitada hay un comerciante en la calle vendiendo ropa, el problema no es esa persona, sino quién le dio la ropa. Ellos no se surten uno por uno. Hay un gran proveedor que opera en la informalidad.

Entonces, la estrategia sería abocarse en los grandes informales: ya se trabaja en los grandes formales, ahora se busca a los grandes informales. Y es que si la gente no entiende en qué país vive, es complicado que plantear una solución. Se debe tener mucha claridad de dóndese vive y la idiosincracia nacional.

Los ajustes en el marco legal para evitar lagunas pretenden impedir a las personas físicas y morales hacer planeaciones o estrategias fiscales agresivas, lo que actualmente provoca la pérdida de miles de millones de pesos que terminan en defraudaciones.

Con información de Informador y La Razón