¿Hay un monto máximo permitido en transferencias electrónicas?

En el marco de la creciente adopción de transacciones electrónicas en México, el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) se ha consolidado como una herramienta de vital importancia para la realización de transacciones en tiempo real.

Desde su implementación hace cinco años, este sistema ha agilizado de manera eficaz y segura la transferencia de fondos entre los participantes que se conectan a su red central. Sin embargo, es esencial que los usuarios tengan conocimiento de ciertos aspectos cruciales sobre los límites y la supervisión de estas transacciones en este contexto de crecimiento electrónico.

El SPEI opera como el conducto central que permite a los participantes cargar y abonar fondos en el Banco de México (Banxico) para liquidar operaciones entre particulares y empresas.

Si bien es común transferir dinero a amigos o familiares cuando se realizan compras conjuntas, es imperativo entender que existen límites y regulaciones que pueden impactar estas transacciones electrónicas.

El límite de una transacción a través del SPEI varía en función de la institución financiera que administra la cuenta del usuario. Por ejemplo, Citibanamex permite operaciones de hasta 500 mil pesos, mientras que BBVA no establece un límite específico, pero impone restricciones de horario.

Para conocer el límite de transferencia diaria, es aconsejable consultar directamente con el banco correspondiente.

¿Interviene el SAT? 

A pesar de que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) no ejerce supervisión sobre las transferencias electrónicas efectuadas mediante SPEI, tiene la capacidad de llevar a cabo auditorías en las transacciones realizadas en efectivo.

En el caso de los depósitos en efectivo, el SAT ha establecido un límite máximo de 15 mil pesos, de acuerdo con la miscelánea fiscal de 2023. Las instituciones financieras son responsables de aplicar los impuestos pertinentes a los depósitos en efectivo, aunque el SAT puede llevar a cabo investigaciones sobre la procedencia de dichos fondos en caso de detectar inconsistencias.

Es relevante señalar que, a diferencia de las transacciones en efectivo, las transferencias electrónicas a través del SPEI no están sujetas a vigilancia por parte del SAT y no requieren de reportes por parte de las entidades bancarias debido a su naturaleza electrónica. Este hecho implica que el proceso de transferencia electrónica se basa en la confianza mutua entre las partes involucradas y en la integridad del sistema.