UberEats y la forma en que transformó la industria de alimentos preparados

Antes del 2016 había dos formas de comprar comida preparada en Ciudad de México: ir directamente a un restaurante o rogar porque ese establecimiento ofreciera pedidos a domicilio. Pero desde hace un año, un nuevo servicio para enviar alimentos preparados resultó un negocio muy conveniente para empresarios mexicanos en el sector restaurantero: UberEats.

Por medio de una app, la división de Uber en México comenzó a conectar a usuarios con conductores que pasan por su comida a los restaurantes aliados y se las llevan hasta la puerta de su casa. Todo a un clic de distancia.

Aunque en 2016 también llegaron a la CDMX otras aplicaciones móviles como Rappi o CornerShop para entregas a domicilio, Uber aprovechó su know how para conquistar el envío de alimentos preparados con toda la logística que implica llevar un plato caliente de la cocina del restaurante a la casa del usuario.

Ese conocimiento proviene de la presencia de la compañía en la ciudades que ya operaba con su servicio de transporte privado, lo que les permitió ser más competitivos, conocer mejor la dinámica de las ciudades mexicanas, sumar a conductores ciclistas y motociclistas, aliarse con restaurantes y trazar una ruta eficiente para conectar a los repartidores más cercanos al comercio y domicilio del usuario.

Su crecimiento es galopante. En un año, UberEats pasó de ofrecer comida de 500 restaurantes en Ciudad de México a tener más de 2 mil comercios en siete ciudades del país, incluidas Guadalajara, Monterrey y Puebla. Pero quizá lo más atractivo del servicio está en la posibilidad que ofrece a los negocios de aumentar los volúmenes de ventas.

El atractivo del negocio

Para los usuarios el servicio de esta app significa poder ordenar alimentos rápido y sin la necesidad de salir de la casa o lugar de trabajo, pero para los comerciantes es una posibilidad de incrementar sus ventas.

Y las incrementan porque usar UberEats les da a los comerciantes la ventaja de producir y vender más alimentos sin el costo de la infraestructura y la entrega, dijo Francisco Sordo, director de UberEats en Latinoamérica.

Los ingresos por ventas realizadas a través de la app varían según el restaurante, la ciudad, la demanda y la comida que ofrecen, pero en promedio sus socios comerciantes ganan en promedio 6 mil 400 pesos mensuales solo por este servicio, según información de la página de UberEats México.

Asociarse a la empresa representa una demanda e ingreso extra al servicio que los restaurantes ya perciben de las personas que visitan el lugar, por lo que para algunos comercios en Ciudad de México esta alianza se ha significado también aumentar la capacidad para enviar pedidos.

El director de UberEats en Latam relata el caso de un restaurante de mariscos en la capital del país que ante la gran demanda de alimentos por la app decidió ampliar su capacidad de refrigeración para poder dar abasto.

«El problema que tenían es que su capacidad de refrigerar estaba limitada por el número de refrigeradores que tenían instalados», relató en entrevista con el HuffPost México. «Toman la decisión no tanto de achicar el espacio dentro de la sucursal, sino de acondicionar para atender la demanda del servicio de entrega».

Otra opción que exploran es sugerir a los restaurantes aliados extender las horas de servicio para abastecer la demanda de pedidos.

«Lo que hacen estos restaurantes es cerrar sus puertas al público, en lo que van limpiando y recogiendo las mesas, pero siguen surtiendo órdenes a domicilio, porque siguen teniendo mucha demanda. No tienen que meter más mano de obra, no están abiertos al público, pero la cocina sigue trabajando para sacar pedido», dijo Sordo.

El reto del costo

Una de las desventajas y mayor reto de este servicio es el costo. En todo producto, el precio se eleva a partir de la cantidad de intermediarios previos al consumidor final. En el caso de UberEats, el usuario debe además pagar por el servicio de traslado de sus alimentos, lo que hace más caro el consumo que en un restaurante.

Sobre el tema, el director de UberEats en Latam explicó que están explorando opciones para tener comisiones más bajas por ciertos servicios, como en el caso del Menú Godín, una especie de comida corrida que cuesta 150 pesos con el servicio de traslado incluido.

«Del lado de los restaurantes, a los que va de acuerdo a su estrategia, pueden preparar un menú de 50 o 60 pesos con comida de calidad pero relativamente sencilla; del lado de UberEats, la parte de la tecnología y escala que hace que funcione muy bien es que somos capaces de hacer batching, que es como el equivalente de UberPool», dijo.

Esto significa poder entregar de un mismo restaurante varios pedidos a zonas cercanas con lo que el costo del servicio puede bajar sin afectar la demanda. «Al final se traduce en que el socio repartidor está haciendo mayores ingresos, pero a los usuarios les podemos cobrar una comisión menor», explicó.

La perspectiva de UberEats para México es aumentar el número de ciudades en que tienen presencia, empezando por aquellas en las que ya funciona la plataforma de transporte compartido.

Fuente: www.huffingtonpost.com.mx