Opciones para defensa del peso mexicano

En medio de la volatilidad que ha golpeado al mercado de divisas, la Comisión de Cambios, integrada por Banco de México (Banxico) y la Secretaría de Hacienda, tendrá que instrumentar medidas adicionales para contener la caída del peso, al menos es lo que piensan analistas.

Afectado por ataques especulativos al ser una de las monedas más liquidas en el mundo, el peso se ha depreciado 7.67% ante el dólar en lo que va del año al cotizar en 16.00 pesos por unidad, el peor nivel de su historia.

Las medidas que puede tomar la Comisión de Cambios consisten en realizar subastas extraordinarias de dólares, aumentar el monto que actualmente subasta, disminuir el monto de depreciación diaria para activar las subastas de 200 millones de dólraes (mdd) o bien una combinación de estas, dicen los especialistas.

“No las descartamos (medidas adicionales) sobre todo si el tipo de cambio rebasa los 16 pesos, para manadar una señal de que (la Comisión de Cambios) se mantiene alerta”, comentó el economista en jefe de Barclays México, Marco Oviedo.

Desde el 9 de junio el Banxico ofrece diariamente 52 millones de dólares (mdd) en subastas sin precio mínimo, además tiene el mecanismo de subastas diarias por 200 mdd a un tipo de cambio mínimo equivalente al tipo de cambio FIX determinado el día hábil inmediato anterior, más el equivalente a una depreciación de 1.5%.

“Sí ha habido una diferenciación con el peso y otras monedas, la moneda mexicana ha visto una mayor afectación y si seguímos viéndola creo que será una razón suficiente para que la Comisicón de Cambios implemente otras medidas”, coincidió el economista senior de Grupo Financiero Ve por Más, Isaac Velasco.

Por ejemplo, aunque en el año el real brasileño acumula una pérdida de casi 19%, en tan solo una semana el peso se depreció 1.86% ante el dólar mientras que la moneda de Brasil perdió 1%.

Por lo pronto, los expertos coincidieron en que en los siguientes días el tipo de cambio spot puede superar los 16.25 pesos por dólar de continuar la volatilidad en los mercados.

“Los niveles de 16 pesos por dólar ya es tierra de nadie. Las posiciones en el mercado de futuros de Chicago están en máximos en contra del peso que ya se usa para especular”, comentó la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller.

Al cierre del 14 de julio la posición especulativa del peso en Chicago se ubicó a favor de la divisa estadounidense en 2,320 millones de dólares, comparado con los 2,287 millones de dólares de una semana antes, según datos de Santander.

Las cifras del Chicago Mercantile Exchange (CME)  muestran que en el contrato de entrega a septiembre los especuladores apuestan a que el tipo de cambio puede alcanzar hasta un máximo de 17.80 pesos.

De acuerdo con el Banco Internacional de Pagos el peso mexicano se ha convertido en una de las 10 monedas más negociadas del mundo, por delante de las divisas tradicionales como el dólar neozelandés y la corona sueca, por lo que su facturación llegó a 135,000 millones dólares en 2013.

Exportaciones, ¿beneficiadas?

La depreciación del peso es uno de los factores considerados que pueden apuntalar a las exportaciones mexicanas, no obstante, la volatilidad puede convertir a este factor en contra de las ventas externas.

“Las depreciaciones benefician temporalmente a las exportaciones, pero en el largo plazo la volatilidad genera incertidumbre y afecta los proyectos de negocios», dijo Siller.

De enero a mayo de este año el peso registró una caída de 4.17% frente al dólar, mientras que las exportaciones retrocedieron 2.8% anual, según cifras del INEGI.

“Es evidente que el peso está muy presionado ya no se ve que vaya a bajar de los 15 pesos, la depreciación suele favorecer a las exportaciones, pero estas se pactan a crédito y además no es el único elemento que las ayuda sino la competitividad, la eficiencia en costos en producción y los tiempos de entrega”, puntualizó el socio director de la consultoría Antón Rioja y especialista en comercio exterior, Alberto Ruiz.

Por: Carmen Luna

Fuente: www.cnnexpansion.com

Contribuyentes fallecidos pudieran seguir generando impuestos

El epitafio “Descanse en paz” puede estar en entredicho si la persona que falleció dejó entre sus pendientes algún adeudo con el fisco. De ser así, familiares, apoderados o representes legales deberán hacer frente a estos compromisos.

A diferencia de otro tipo de créditos como bancarios o hipotecarios, en los que una vez que se acredita el fallecimiento de la persona ya no existe ninguna responsabilidad sobre nadie, deberle a la autoridad fiscal es un asunto que seguirá vigente.

El socio de Litigio Fiscal de Deloitte, Juan Carlos Roa, dijo que, vivo o muerto, las obligaciones fiscales se mantienen efectivas.

“No desaparece de su lista un contribuyente que pueda tener una responsabilidad frente a las autoridades fiscales del historial que viene uno manejando; si tiene una auditoría abierta o créditos pendientes de pago está registrado, y cuando hay una circunstancia relevante como la muerte no desaparece en automático el adeudo”, explica el especialista.

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) de la Secretaría de Hacienda procederá a ver si se puede liquidar el adeudo mediante la herencia o recursos que haya dejado la persona fallecida, y hasta que quede satisfecho, entonces dará de baja del padrón al contribuyente.

La Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) logró recientemente ayudar a una persona para que el SAT ya no le cobrara los impuestos a su madre fallecida y cancelara su registro del padrón de contribuyentes.

La mujer murió en 1998 y aun así la autoridad continuó enviando cartas para que presentara sus declaraciones bimestrales.

La Prodecon reconoce que este tipo de casos y quejas llegan a sus oficinas con frecuencia.

El director general de Quejas y Reclamaciones de Impuestos Federales de la Prodecon, Luis Alberto Placencia, menciona que en este año han atendido cuatro casos relacionados con el tema, que son pocos porque la gente no sabe que el Código Fiscal de la Federación establece que las obligaciones fiscales siguen aún tras la muerte y existe un procedimiento para que un tercero pueda dar de baja el registro del fallecido ante el fisco cuando ya no haya nada pendiente.

Actualmente se realizan programas de difusión para que se conozca el modo rápido y sin costo de cancelar el RFC por defunción, el cual recientemente se flexibilizó, con lo que se podrán ahorrar gastos por juicio testamentario.

Refiere que la cancelación automática del RFC procede cuando se trate de contribuyentes sin obligación fiscal, asalariados, los inscritos en el Régimen de Incorporación Fiscal y los que tengan ingresos por intereses o dividendos cuando se presentó la suspensión de actividades.

Las autoridades hacendarias han destacado el crecimiento del padrón de contribuyentes en los últimos años; sin embargo, no dan información sobre cuántos se dieron de baja ni las cancelaciones por defunción, lo que a decir de especialistas debe transparentarse.

Cifras del SAT detallan que tiene registradas 4,755 cancelaciones de RFC por defunción en 2014.

Juan Carlos Roa dice que cuando fallece un asalariado o quien tiene ingresos por honorarios existe una facilidad para que un tercero interesado presente el aviso de cancelación de RFC, pero si está obligado a presentar declaraciones periódicas en esas circunstancia se van a seguir generando impuestos, aun a pesar del fallecimiento del contribuyente.

Fuente: www.eluniversal.com.mx